Eneatipo 1

El tipo racional, idealista, de sólidos principios, determinado, controlado, controlador, perfeccionista, el maestro, el cruzado, el moralista, el organizador, el reformador.

TEST CARÁCTER BÁSICO Nº1 SI NO
1. Las manifestaciones de ira me parecen poco afortunadas, si bien de tanto en tanto no puedo controlarme.
2. Usualmente me molesta que las cosas no resulten como yo creo que debieran resultar.
3. Con frecuencia me enfado conmigo mismo por saber que puedo hacer las cosas mejor de cómo las hago.
4. Un pequeño error puede nublar la satisfacción que el trabajo en su conjunto me podría dar.
5. ¿Por qué hacer las cosas sólo bien, si las puedo hacer perfectas?
6. Normalmente, me cuesta encontrar tiempo para relajarme y pocas veces tengo espacio para la diversión y la alegría.
7. Me comporto de forma autocrítica y suelo también criticar a los demás.
8. Pienso y evalúo mucho mis decisiones, sobre todo si implican cambios en mi vida.
9. La honradez para mi es una virtud esencial.
10. No me gusta enojarme, pero en ocasiones no puedo evitar que la falta de rigor de los demás me enfurezca.
11. Actuar de forma correcta es básico en mi vida cotidiana.
12. A menudo siento que la labor por realizar es mayor que el tiempo que tengo para llevarla a cabo.
13. Empleo mi tiempo con toda la responsabilidad y dedicación que puedo.
14. Tener las cosas bajo control me tranquiliza.
15. Para mi es fácil ser y comportarme como una persona escrupulosa en el detalle.
16. Me son afines las causas que promueven la justicia, moralidad y ética.
17. Tengo una escala de valores claras y precisas, no suelo confundirme con lo que es correcto e incorrecto.
18. Generalmente, me siento arrastrado a buscar el perfeccionamiento propio y ajeno en todo lo que llevo a cabo.
19. Tengo la creencia de que debo hacer bien las cosas para que los demás me aprueben.
20. Me frustra que los demás no comprendan lo que les digo, si así fuera sus vidas marcharían mucho mejor.
Nota: Para contestar este cuestionario marca SI, si estás absolutamente de acuerdo con la afirmación y NO si estás algo de acuerdo o en desacuerdo con la afirmación. Si marcaste 15 o más casillas bajo el SI, entonces es bastante probable que tu Eneatipo sea el número 1.

Eneatipo 1
Características Principales:
Su Razón: Yo Hago y Siento, pero Pienso poco.
Área del Cerebro Mayor Acción: Reptiliano.
Componente de la Energía Divina: Poder.
Arquetipo fijado: El Padre.
Pecado: Ira.
Pasión: Que todo sea perfecto.
Miedo Básico: A ser malo o imperfecto.
Deseo Básico: Hacerlo bien.
Virtud: La excelencia.
Línea del Tiempo: Orientados al presente.
Su Lema: “No me equivoco, luego existo”
Frase Típica: ¡El mundo sería mejor si los que me rodean escuchasen lo que digo!

Descripción: es el tipo que le gusta hacer las cosas bien, controlador y de sólidos principios. Son autoritarios, consideran que nadie puede hacer las cosas tan bien como ellos mismos.
Desean que todo salga perfecto, tienden a ser criticones y a desmerecer lo logrado y subrayar las equivocaciones. Tienen poca tolerancia a los errores propios y de los demás. En su mejor aspecto, los uno nos enseñan el valor de la excelencia y nos invitan a dar lo mejor de nosotros mismos.
Las personas de este Eneatipo suelen encarnar los valores que se esperan de los políticos de vocación o de los ejecutivos de empresas muy tradicionales. Individuos rectos, con sólidos principios, capaces no sólo de seguir sus ideales, sino también de controlar que estos se cumplan. Esto no significa que todas las personas de este número sigan una carrera política o ejecutiva, podemos encontrar Eneatipos 1 en todos los ámbitos de la sociedad, pero sea una dueña de casa, un deportista o un vendedor, la rigurosidad, perfeccionismo y sobre control con que realizan sus labores los delatará.
Yo Hago y Siento, pero Pienso poco, las personas que pertenecen a este Eneatipo son personas que dan mucha importancia a la forma en que hacen las cosas, pues a partir de ellas afirman su imagen propia, es decir, su valor personal o el amor que sienten por sí mismos. Como son personas que piensan poco, no suelen replantearse sus convicciones y suelen ser rígidos y poco tolerantes al cambio, pues ello implica una incertidumbre que no están dispuestos a enfrentar.
Como están regidos por el área del cerebro reptiliano, Tríada del instinto, entonces suelen ser personas que reaccionan desde las vísceras, más bien rígidas, rutinarias, conservadores, con poca curiosidad por ideas nuevas, poco improvisadores, poco afines al cambio. Su compulsión es la ira, pero al contrario que sus vecinos de Tríada, que la niegan en el caso de los 9, y la manifiestan en el caso de los 8, los 1 la reprimen, pues la consideran contraria a su modelo de perfección.
El componente de la energía divina que vienen a manifestar es el poder, que está relacionado con el hacer orientado hacia la supervivencia. Es por ello que los miembros de la Tríada superior del Eneagrama dan mucho valor a su quehacer diario y en el caso del Eneatipo 1 además es vitalmente importante que las cosas se hagan, no sólo bien, sino que perfectas. Como estas personas son para los demás una verdadera inspiración de excelencia, tienen la capacidad de cambiar su entorno, ayudando a otros a encontrar dentro de sí mismos, la fuerza que les falta para hacerse cargo de sus vidas y convertir el mundo en un mejor lugar para vivir.
Las personas de este Eneatipo se hicieron padres de sí mismos desde muy temprana edad, desde entonces andan por la vida, atrapadas en este arquetipo. Este padre interno se manifiesta no sólo en su relación consigo mismos, sino también en sus relaciones de pareja, filiales, laborales, de amistad e incluso parentales. La forma en que este arquetipo se manifiesta puede ser la de un padre cariñoso, protector y formador, pero también la de un padre severo, sobre exigente y poco amoroso si no cumplen sus exigencias; pudiendo incluso, en su peor aspecto, llegar a ser un padre castigador, iracundo, intolerante con las limitaciones del otro e incluso cruelmente descalificador.
El pecado capital de este Eneatipo es la Ira, que es además la compulsión de esta Tríada y en el caso de los 1, se trata de ira reprimida, la cual acumulan y terminan por liberar explotando fuera de contexto cual un volcán en erupción, generalmente, en sus círculos más íntimos, quedando luego sumidos en la vergüenza y culpa.
La pasión de este Eneatipo es que todo sea perfecto: ellos, los demás, el mundo, su hogar, su pareja, sus hijos, su trabajo, la ciudad. En ocasiones pierden las proporciones y gastan igual energía en los asuntos relevantes como en otros de poca importancia.
Como la perfección es un espejismo imposible de alcanzar, el miedo que tiene este Eneatipo es a ser malo o imperfecto (pues teme perder así su valor y el aprecio de los demás). Cuando este miedo es llevado al extremo, terminan por descalificar y agredir a quienes aman poniéndole estándares tan altos que nunca son debidamente alcanzados, transformando su deseo básico de hacer las cosas bien, en un perfeccionismo cruel y criticón.
Por el contrario cuando ellos viven sanamente su pasión, ella es llevada hacia la virtud y se transforma en excelencia. Los 1 parecen invitarnos a dar lo mejor de nosotros mismos, a aprender a no conformarnos con menos cuando podemos dar más, estimulándonos a disfrutar de hacer de este mundo un mejor lugar para vivir.
Orientados hacia el presente al igual que sus vecinos de Tríada, los miembros de este Eneatipo se enfocan en su quehacer y no gastan energías en imaginar posibles escenarios ni en lamentaciones por lo que no ocurrió, tampoco suelen evaluar el impacto que sus actos tiene en los sentimientos de los que los rodean, pues están convencidos que tienen la razón.
Su lema es: No me equivoco, luego existo y su frase típica ¡El mundo sería mejor si los que me rodean escuchasen lo que digo!

Pauta Infantil del Eneatipo 1.
En su infancia fueron los típicos niños buenos, no les bastaba con sólo ser niños, debían ser mucho más que eso. Desarrollaron la responsabilidad y la seriedad a una edad muy temprana, comprendieron que sus padres esperaban mucho de ellos y decidieron cumplir sus expectativas a cabalidad.
Por diversos motivos, experimentaron una desconexión de la figura paterna, podría ser del padre biológico o su figura sustituta, por lo cual asumieron que debían ser padres de sí mismos.
Aprendieron a auto vigilarse y exigirse, llegando a considerar al resto como algo más perezosos, menos responsables, más descuidados y quizás, más inmaduros que ellos mismos.

En su variante sana.
Las personas de este Eneatipo disfrutan de su capacidad de hacer las cosas bien, comprenden que esta necesidad no tiene que ver con la situación en sí, ni con los demás, simplemente obedece a un aspecto de su personalidad, firmemente arraigado desde su infancia.
Si se llegan a equivocar, no pierden la perspectiva, y sin desmerecer el esfuerzo por lo conseguido, no permiten que una pequeña nube en el cielo los desaliente; por el contrario se sienten estimulados a volver a empezar aún con mayor ímpetu.
Las personas de este Eneatipo nos hacen un llamado a entregar lo mejor de nosotros mismos, a manifestar la excelencia en nuestro que hacer por cotidiano que éste sea. Comprenden que no todos somos iguales y saben muy bien qué esperar de quién, por lo cual no son sobre exigentes ni pretenden que todos hagan las cosas como ellos las harían. Saben reconocer las cualidades de cada persona, invitándolas y ayudándolas a conectarse con sus talentos personales y de esta forma los impulsan a sentirse útiles y plenos.
Reconocen que los demás hacen su mejor esfuerzo, aunque no cumplan sus exigencias y están siempre dispuestos a ayudar y ofrecerse para organizar cosas en beneficio de todos, pero sin llegar a ser avasalladores.
Estas personas son un verdadero ejemplo de lo que predican, poseen una escala de valores clara y viven en consecuencia a ella, transformándose en un inspirador ejemplo de consecuencia, virtud tan escasa en la actualidad.
Son capaces de expresar su enojo con moderación y en relación a la situación en conflicto, sin salirse de sus casillas, ni tener reacciones desproporcionadas y descontextualizadas.
Cuando se permiten expandirse en sus virtudes se vuelven extraordinariamente sabios y juiciosos. Al aceptar las cosas como son, adquieren un sentido increíble de la realidad y saben qué hacer en cada situación.

En su variante menos sana.
Los tipos 1 menos sanos, transforman su virtud en su obsesión, viven angustiados y estresados intentando no equivocarse.
Apuntan su dedo acusador hacia los demás a quienes consideran llenos de limitaciones, pocos escrupulosos y desorganizados.
Como sienten que los demás jamás harán las cosas tan bien como ellos mismos, les cuesta delegar y tienden a llenarse de obligaciones que luego los harán sentirse irritables, criticones, malhumorados y agobiados, lo cual reforzará su molestia por las supuestas incapacidades de los demás.
Creen tener la razón en todo y ser sabedores de la única forma posible de hacer bien las cosas y andan por la vida explicándole a los demás cómo deben ser y actuar, expresándose en un tono paternal con tintes de severidad.
Van acumulando ira, pero no se permiten expresarla, pues hacerlo atentaría contra la imagen de perfección que tanto se esfuerzan por proyectar. Pero llega un momento en que terminan explotando de manera iracunda, a veces en los momentos menos adecuados y por razones no relacionadas con la causa original de su molestia, quedando luego sumidos en la vergüenza y con la sensación de haber fallado. Se rigidizan en su escala de valores, creyendo que saben cuál es la única forma en que se puede enfrentar la vida, entonces se vuelven muy enjuiciadores, pedantes y quieren imponerle a los demás su propios valores como si fuesen la medida de todas las cosas.
Piensan que el cariño de los otros dependerá de su esfuerzo por ser mejores, olvidan que el verdadero amor es compasivo y tolerante.
Les cuesta mucho tomar decisiones respecto del futuro, porque quieren revisar cada detalle del pasado para no equivocarse y prefieren apegarse a la rutina y a lo conocido.

Alas y líneas de integración y desintegración.
El Eneatipo 1 tiene las alas 2 y 9. Cuando se inclina al lado más sano del 2, se orienta hacia los demás abandonando su idealismo puro y le dan a su quehacer un sentido más altruista. Sin embargo, si se inclina al lado menos sano del 2 entonces procuran imponerle a los demás sus ideales y se sienten traicionados por quienes no los comparten. Cuando se vuelca al lado más sano del 9 se vuelven más armoniosos, aprenden a vivir su necesidad de hacer las cosas bien sin ser impositivos. Sin embargo, si se tornan al lado menos sano del 9, entonces se aíslan resentidos porque los demás no comprenden como debieran ser.

El Eneatipo 1 se integra hacia el número 7, olvidando por un momento su auto exigencia, disfrutando de la vida, ampliando sus horizontes y saliendo a divertirse. Cuando se desintegra hacia el 4, se vuelven emotivos y victimas, comenzando a creer que los demás no hacen las cosas como deberían sólo por contradecirlos y contrariarlos.

Misión Álmica del Eneatipo 1.
Las personas de este Eneatipo sienten una voz en su interior que les dice:
Yo puedo cambiar el mundo y hacer de él un lugar mejor para vivir.
Con este objetivo aspiran a hacer las cosas lo más perfectas posibles.

Cuando se alinea con su Misión Álmica.
Persona alegre, tolerante, serena, paciente y consecuente. Sabe distinguir lo esencial y lo importante de lo secundario e irrelevante.
Tiene la sabiduría de reconocer lo que se puede cambiar de lo que no. Tiene esperanzas por un mundo mejor y actúa en consecuencia. Confía en sí mismo y respeta a los demás sin exigirles lo que no pueden dar, cualidad que nace del propio respeto que se tienen a sí mismos

Cuando se desalinea con su Misión Álmica.
Malhumorado y descontento, se pasea por la vida criticando y sobre exigiéndose y exigiendo a los demás. El mundo es un lugar imperfecto y él se ha propuesto reformarlo.
Sus ideas son la única verdad admisible y quienes la comprendan son los únicos dignos de su respeto. Como se descompensa cuando las cosas no son como las ha planificado, el control es su espada para impedir que el mundo se escape de su centro.

Guía para permitir que la Misión Álmica se manifieste.
Estás llamado a ser un ejemplo a seguir, reconoce que ese talento te fue dado y permite que se manifieste, no necesitas ser perfecto sólo necesitas ser quien eres. Disfruta tu capacidad para hacer las cosas bien, no desmerezcas todo el trabajo realizado por un pequeño error o porque algún detalle no resultó perfecto.
Tu desafío es aprender a aceptar sin juzgar. Si el ser humano es como es, puedes quejarte al fabricante o aprender a progresar con lo que tienes. Mediante la aceptación de ti mismo y de los otros, alcanzarás la sabiduría que abre las puertas interiores y exteriores, permitiéndote ser y dejar ser a los otros.
En tu naturaleza está el regalo de poder cambiar el mundo, para poder ejercerlo, comienza por cambiarte a ti mismo, recuerda que ésta es la forma más rápida de conseguir un cambio en tu entorno.
Todos tenemos talentos, es un verdadero reto descubrir los de quienes te rodean e impulsarlos a desarrollarlos, respetando sus ritmos e intereses. No olvides que un padre no sólo enseña con severidad, sino que también protege y acoge con bondad y paciencia, comprendiendo las debilidades de su hijo que está aprendiendo a hacerse un adulto.
Dale a cada ámbito de tu vida su justa medida, no es necesario que seas perfecto y te gastes en todo, aprende a priorizar y focaliza tus esfuerzos en aquello que es realmente importante.
Nadie exige de ti la perfección que tú te exiges a ti mismo ¡Eres tú, no los demás! Eres querido por lo que ya eres, no es necesario que demuestres tu valor siendo perfecto.

Reconoce al 1 que hay en ti:
Los dones del Eneatipo 1 sanos, se asocian mucho con las cualidades que se esperan de los líderes de opinión en nuestra sociedad. Todos tenemos un 1 en nuestro interior que vive con ansías de rectitud y consecuencia.
1. ¿Te has sentido alguna vez tentado a decirle a alguien (que no es tu hijo ni un subordinado), cómo debe hacer las cosas en su vida?
2. ¿Te has sentido contrariado por los errores de los demás, aún cuando no te afecten directamente?
3. ¿Te has enojado y has optado por controlar tu Ira, pensando que no sería correcto manifestarla?
4. ¿Te cuesta aceptar a personas con costumbres o escala de valores diferente a la tuya?
5. ¿Has cometido un error y por un momento más o menos largo, has dejado de disfrutar de las bendiciones de tu vida, recriminándote por esa equivocación?
“Dios, concédeme el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar, serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, y sabiduría para conocer la diferencia.”
Oración de la Serenidad.
Reinhold Niebuhr.

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